Quizás un poco tarde, pero siempre llegando, he aquí un extenso análisis del extenso discurso de nuestra Presidenta Cristina Fernández, de aquel martes 01/03 en que se inauguraron las sesiones en el Congreso. Nuestra querida Pinguina sorprendió como siempre con un discurso impecable de una hora y media de duración. En el medio, se permitió chistes y algunas chicaneadas, todas con la altura que la caracterizan.
Pero lo más interesante del discurso fue quizás la enumeración paciente y certera no sólo de las medidas que se han venido tomando del 2003 en adelante, sino además de los ejes que estarán rigiendo los siguientes pasos a tomar en este proyecto. Lo primero que hizo fue Cristina fue marcar la clara diferencia entre la gestión de su marido Néstor Kirchner, y lo que fue la suya. En el primer caso, lo que tuvo que afrontar Néstor fue el arduo proceso de asentar las “nuevas bases y un nuevo modelo de acumulación económica con inclusión social”. Básicamente, asentó las bases para el desarrollo de una nueva Nación. En el segundo caso, el proceso que está afrontando Cristina ya no es una etapa de construcción de bases, sino de “construcción de certezas”, donde se ponen a prueba la solidez, eficacia y el acierto de las políticas tomadas por la gestión anterior. Pero a su vez, esta es una etapa en la que nos corresponde institucionalizar los cambios, de manera tal que puedan asentarse en la vida y funcionamiento político sin que futuras administraciones puedan revocarlos. La importancia de la institucionalización de los cambios políticos es sumamente grande, ya que es lo que nos permite evaluar los avances como consecuencias de una maduración y entendimiento del pueblo argentino, y no como meros resultados del contexto histórico.
En cuanto a los datos económicos, reflejan un país muy distinto al que nos quieren hacer creer, tanto de un lado de la oposición, como del otro. Argentina ni está aislada del mundo, ni está tranzando con las potencias hegemónicas, si no que crece con gran desarrollo industrial, proteccionismo económico, e integrada al mundo. Según los datos exhibidos, la apertura comercial creció un 36.2% del 2003 al 2010, y por primera vez en al menos 10 años, el mayor rubro de las exportaciones lo cubrieron las manufacturas industriales, que representaron el mayor ingreso, con un porcentaje del 35.4. La oposición es experta en olvidar estos números. A su vez, viendo los números que reflejan la rentabilidad de las entidades financieras, Cristina manifestó que ha decidido analizar con Marcó del Pont el préstamo de la banca pública y privada de manera mucho más desagregada, de manera tal de poder reorientar el crédito para sostener la inversión y el crecimiento. Este gobierno sigue así demostrando su claro interés en crear una industria que pueda desarrollarse cada vez más, con capital nacional y respondiendo a los intereses de los argentinos, en lugar de a los bolsillos extranjeros. A modo de ejemplo sirven las producciones mencionadas por Cristina, de los 366.000 lavarropas que se fabricaban en el país en 2003, hoy se fabrican 1.120.000; de no producir directamente LCD, se fabricaron en 2010 1.208.000. De esta manera, se logra “una formidable sustitución de importaciones y un formidable aporte a la balanza comercial que permite seguir sosteniendo uno de los pilares básicos que ha sido nuestro superávit comercial”, que junto al superávit fiscal primario ayuda a sostener el modelo.
¿Pero qué destacar de tanto dato económico, además del obvio crecimiento? Para nosotros se hace fundamental remarcar el hecho de que, según la CEPAL, la Argentina fue el único país que no reprimarizó sus exportaciones en la crisis, sino que avanzó en su desprimarización. De la mano de la industrialización creciente, Cristina mencionó el PLAN DE DESARROLLO INDUSTRIAL 2020. En lugar de avalar el pensamiento opositor de que el gobierno improvisa, o que no tiene metas a largo plazo, justamente estas medidas avanzan cada vez más en demostrar lo contrario; de aquí al 2020 el plan se propone: reducir el desempleo, aumentar las exportaciones y, a la vez, continuar con la sustitución de importaciones, manteniendo el equilibrio (por primera vez en nuestra historia) entre mercado interno y crecimiento de las exportaciones. El desafío hoy es profundizar el desarrollo industrial, específicamente en lo relacionado con la tecnología. Así como el peronismo fue pionero en desarrollo de tecnologías, así hoy en día lo está siendo el kirchnerismo. Este gobierno es fiel a su plan de desarrollo, pero además no descuida ni el carácter federal ni el de participación plural en el desarrollo de sus proyectos. Se armarán por lo pronto para este plan, 10 foros federales en todo el país. Se han agrupado para esto 10 grupos de aglomerados industriales que representan el 80% del PBI, y el 60% de la generación de mano de obra. Increíble pero real, seguimos demostrando que este modelo se afianza en proyectos plurales, confiables, y con perspectivas a largo plazo.
En este marco es difícil no darle importancia al envío de la Ley Penal Tributaria al Congreso. Más de una vez los argentinos se han expresado en contra de las coimas y de las estafas. Poco eco ha tenido entonces esta medida en los medios de comunicación hegemónicos. La ley no sólo va de la mano con la Ley de Lavado que exige el GAFI, sino que además va directamente en pos de la redistribución de la riqueza.
El tema de la evasión no es un capricho del gobierno. El sistema económico se sustenta con las políticas fiscales. Si el Estado no recauda, el Estado no produce, ni subvenciona, ni gestiona, y la rueda económica debe mantenerse girando. Por eso se entiende que, más allá de la rispidez que caracteriza la relación con el campo, la Presidenta haya hecho referencia a la poca participación que tuvo en la recaudación general el sector de agricultura y ganadería. Uno de los sectores más dinámicos del país, ha participado en un 2.8% en la recaudación, quedando “cabeza a cabeza” con la recaudación de la enseñanza privada: 2.1%. Más allá de cualquier chicana política, la relación es importante, pues implicaría una evasión más que importante de los sectores mencionados, evasión que afecta por las trabas que implica en la economía, y por la implicancia política que conllevan en consecuencia. Como dijera Cristina: “o están cobrando muy caras las cuotas de los colegios privados o hay evasión en nuestro sector primario de la economía.”
Un dato de color: gracias al gran desarrollo de estos años, es que también podemos implementar un trabajo a nivel realmente federal, en pos del beneficio de todos. Además de avanzarse con el desendeudamiento provincial, el 9% del PBI ha sido transferido a las provincias. Esto evidencia también el gran interés en conformar una Nación realmente integrada y con el desarrollo de todos.
Volviendo al tema de la agricultura, más de una voz se ha alzado para decir que el gobierno no se preocupa por el estado de los productores rurales. Esto viene de hace tiempo y, cree la oposición, sería un argumento para criticar la falta de políticas públicas hacia sectores contrarios a la línea política que se mantiene desde la Casa Rosada. Pasamos entonces a resaltar lo dicho por Cristina: “el ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, (…) ha suscripto con las provincias argentinas convenios por más de 180 millones de pesos en ayuda de fondos rotatorios para los distintos cultivos; 185 millones en materia de ganadería, más de 5.000 millones en los créditos que hemos lanzado con las tasas subsidiadas que nos han dado un monto de 130 millones. Nada más que en tasa subsidiada en el Banco Nación por préstamos de más de 5.000 milones hemos colocado numerosos créditos que han llegado a los pequeños y medianos productores. Ni qué hablar también en materia de crédito del lanzamiento del proyecto de los créditos del Bicentenario que ya hemos otorgado más de 2.000 millones de pesos y han permitido explicar también el crecimiento de este año 2010, con una reducción importante en el Programa de REPROs, Ministerio de Trabajo, que sirvió durante la crisis para sostener a aquellos sectores sin que tuvieran que echar gente o suspenderla. Fue una metodología, un instrumento de política activa contra cíclica muy bien utilizado.”
Queda entonces demostrado que en estos años, se ha privilegiado el crecimiento no sólo de todas las provincias, sino también de todos los sectores productivos, para garantizar una base económica sustentable. Para los que vienen a decir que el gobierno quiere robarse el dinero de la ANSES, bien harían en leer los gastos públicos que se vienen llevando a cabo, y en qué. La inversión por primera vez después de muchos años destinada al desarrollo de un sistema productivo, y con políticas, como decía la Presidenta, anticíclicas en cuanto a las crisis económicas. Ni liberales, ni falsos progresistas, han podido armar un desarrollo siquiera teórico que contemple todos estos terrenos y variables.
Quizás no hiciera falta mencionar los números que se han modificado a partir de la puesta en práctica del Plan Energético a partir del 2004, pero lo cierto es que la demanda energética se explica “por dos vías, la vía del crecimiento de la actividad económica, y la demanda interna producto del desarrollo y del acceso de las clases populares a bienes que antes no poseían. La energía no es solamente un número económico, es también un número social”. Habiendo dicho eso, presentamos entonces los números: del récord de 14.350 megavatios de demanda en energía (lo que debe tenerse para poder brindarse electricidad), en el año 2010 el pico fue 20.843. Se vive este año también, como si lo anterior fuera poco, la inauguración de Yacyretá, y de Atucha II. La Creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología es otra de las medidas a destacar de los últimos años, y que es una muestra patente de la fuerte apuesta que se hace en el país a generar herramientas que son fundamentales para el desarrollo. Hoy, los científicos en lugar de tener que irse, están encontrando un espacio donde trabajar.
Preguntamos entonces, a los gorilas de toda calaña, a los indecisos, a los que dicen que poco entienden, qué hace falta para que reconozcan los logros de este gobierno. Para seguir sumando: se ha pavimentado el 40 por ciento de la red vial no pavimentada de 2003 a la fecha. Hemos inaugurado 1.097 escuelas, y hemos invertido la ecuación que existía previo al 2003 en materia de educación. En aquellos años se destinaba el 2% del PBI a la educación, y más del 5% al pago de la deuda. Hoy en día, sólo el 2% del PBI va al pago de la deuda, y en materia de educación pública se invierte el 6.47%. Se ha implementado la Ley de Medios, hemos nacionalizado a Aerolíneas Argentinas, y hemos derogado las leyes infames de la impunidad. Gracias esto, hoy en día, “de las 81 causas elevadas a juicio oral y público que teníamos en 2007, hoy hay 746 causas elevadas a juicio oral y público; de 41 condenados, hoy hay 203 condenados; de procesados hay de 358 a 820.” En materia de cultura hemos tenido más avances que con cualquier otro gobierno. El año pasado hemos exportado bienes culturales por 449 millones de dólares, mientras que en 2003, exportamos 144 millones de dólares. Y sin referirnos a los números específicamente, podemos decir que los cambios culturales que este gobierno ha generado durante los últimos años, nos ayudan como pueblo a asumir nuestra identidad, a hacernos cargo de nuestra historia, y a forjar un futuro que no dependa ya de los intereses foráneos y trasnacionales, sino de la voluntad de todos/as nosotros/as. Los cambios políticos sólo son posibles de la mano de cambios culturales. En este marco hemos claramente reafirmado nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, un enclave imperialista de Gran Bretaña. Hemos avanzado con el matrimonio igualitario, que nos permite acercar a todos un poco más a un nivel de igualdad en sus derechos. Este gobierno ha asumido la responsabilidad de tener un sistema educacional y de salud inclusivo. La AUH (Asignación Universal por Hijo) que este gobierno instauró, es la cobertura social más grande de Latinoamérica. Y no es un plan social que pretende poner parches, puesto que apunta directamente a resolver los problemas de base que tenemos en nuestra sociedad, con respecto a la desprotección del Estado para los que tienen necesidades sociales. Gracias a esta medida, los chicos asisten las escuelas, y esto no es una medida que nos sirve ahora, sino que se ir multiplicando en el futuro, cuando esos niños lleguen al secundario, y tengan las netbooks, por ejemplo, para estudiar todos en iguales condiciones entre sí, y con un nivel tecnológico superior, de acuerdo a las exigencias del mundo.
La Ley de Movilidad Jubilatoria ha llegado ya a 4 aumentos desde que entrara en vigencia. La re estatización de la ANSES ha permitido que los aportes jubilatorios no vayan a bolsillos ajenos, cumpliendo así con la responsabilidad de tener un sistema previsional decente y que responda a las necesidades de las personas. La ley mencionada no es una ley más, porque pone la responsabilidad en el Estado, para que después nadie pueda desentenderse de los jubilados, como pasara en los ´90. Y obliga a quien sea que esté en el poder en los próximos años a seguir manteniéndose atento a los aportes jubilatorios. Un ley de esta magnitud, debiera haber sido apoyada por aquellos sectores que dicen representar a los obreros, porque si por su oposición esta ley no hubiera salido, no tendríamos hoy manera de defender a futuro los aportes jubilatorios. Un dato extra, para el troskismo funcional: tenemos en el país una cobertura social entre previsional y pensiones no contributivas del 96%. Por otra parte, la decisión de Cristina Fernández de Kirchner, respecto de extender la AUH a las mujeres embarazadas a partir del 3° mes de embarazo, también va en el mismo sentido. No puede analizarse la medida en sí misma, sino en lo que conlleva: para poder cobrar la asignación, las mujeres deberán inscribirse en al Plan Nacer por ejemplo. Este plan, al que el niño rico ha decidido ignorar en su gestión en la ciudad, permite disminuir la mortalidad infantil, según las estadísticas nacionales. Por otro lado, permiten un control a la madre para evitarle riesgos durante el embarazo. Quienes decían que la plata de la ANSES y del gobierno quedaría en manos privadas, deberían al menos disculparse. Estas medidas apuntan directamente a saldar las deudas que todavía tenemos en materia de desigualdad social. Aún las cuestiones todavía no abordadas, están siendo tenidas en cuentas, y de a poco las vamos reformando: “realmente es importante que leyes de trabajo domiciliario, que leyes como la que hemos remitido al Congreso de peón rural para modificar esto y para que finalmente el control no esté en cabeza de los dirigentes sindicales, que parecen no haber controlado demasiado” se aprueben.
Con respecto al Ministerio de Seguridad, la Presidenta mencionó, por un lado, la incorporación de nuevos efectivos a las distintas fuerzas, algo en lo que se ha estado trabajando desde hace tiempo, para contradecir a los que dicen que este es un gobierno de resentidos contra los militares. Por otro, una inversión de 2.000 millones en infraestructura, mejorando las condiciones en que los efectivos desempeñan sus funciones. La cantidad de homicidios por cada 200 mil habitantes disminuyó de 9.2 en el 2002, a 5.8 en el 2008. Estas medidas han permitido que hoy nuestras fuerzas de seguridad cuenten con mejores elementos para trabajar, aportando a la lucha contra el crimen organizado, la trata de personas, el narcotráfico. En el año 2008 se sacó a 157 personas de las redes de trata, y en el 2010 a 569.
Se trata de construir unas fuerzas que realmente sirvan a los intereses de la Patria, y no de los poderosos. Que recuperen el respeto que alguna vez tuvieron, las banderas que alguna vez llevaron con San Martín. Nosotros no somos resentidos: queremos un sistema de defensa capaz de resistir a los embates del imperialismo. Pero entonces necesitamos que quienes se pongan al frente no se vendan, que respeten los derechos humanos y a su pueblo. Medidas criticadas, como el traspaso de la confección del DNI a la administración del Estado, han permitido no sólo desarrollar un software nacional capaz de llevar adelante la tarea, fomentando la industria, y mejorar el servicio para que todos/as puedan acceder a su derecho de tener un documento que respalde su identidad, sino también poner a trabajar a la policía donde debe, y no en tareas que no le competen, y que sirven sólo a fines de una dictadura que toma en las Fuerzas Armadas las responsabilidades que le caben al Estado.
Ya ahora me parece necesario solamente delinear algunas ideas generales. Los medios de comunicación nos han inventado situaciones que nunca se dieron, nos han hecho preocupar de más por circunstancias que no valían la pena, intentan distraernos para que centremos la atención en disputas que no hacen o deshacen nuestras acciones u objetivos. Este es el momento de ver el panorama general, de analizar las medidas, de discutirlas, de tenerlas a mano para cuando estemos disputando votos. Este es el momento de tener en claro que no hay que enroscarse en discusiones banales: las medidas hablan por sí mismas y han sido tan amplias que difícilmente hallemos a alguien que no se haya sentido tocado por ellas. Nos sentimos extrañados ante esto, quizás, porque estamos acostumbrados a discutir hipótesis, teorías, y no hechos. Nos perdemos en conceptualizaciones cuando hoy, a meses de las elecciones, lo único que requerimos es poder poner a la vista estos maravillosos cambios que han sabido implementar Néstor y Cristina Kirchner. Dejo ahora unos fragmentos del discurso que creo que, a la hora de tener que rematar cualquier discusión, es necesario no olvidarlos:
“La Casa de Gobierno no la manejan las corporaciones, en la Casa de Gobierno hay una Presidenta con la cual cada uno de ustedes tiene todo el derecho a tener sus diferencias - y de hecho eso es la política: las diferencias, las diferentes visiones, las diferentes propuestas-, lo que no se puede hacer es renunciar a la política para entregar el sistema de decisiones a las corporaciones (…) No tengan miedo, no tengan miedo tampoco a la juventud, a esos miles y miles de jóvenes que se han volcado nuevamente a la política. Miles y miles de jóvenes que no creían en nada ni en nadie y que han vuelto a creer; son jóvenes como eran jóvenes los que irrumpieron en la democracia y creyeron también en un modelo, y que tantas veces habían sido frustrados en las décadas anteriores. Por eso tenemos que darnos nosotros, que ya estamos muchos cerca de los 60 - tal vez habrá alguno más joven, pero si los miro bien a todos debemos estar todos parejitos, y algunos también me llevan la delantera-, debemos darles la oportunidad de tener un país diferente al que tuvimos nosotros. Lo merecen, sean peronistas, radicales, de izquierda o de dónde sean, no importa, lo importante es que tenemos la obligación de construir un país diferente. Y por eso dije que él, que se fue, construyó las bases, sin las cosas que él hizo, sin sus osadías, sin su mala educación - si les gusta - sin sus malos modales hubiera sido imposible en aquella Argentina que se quería lanzar a despedazarlo. Hubiera sido imposible, yo no hubiera podido hacer nada. Pero hoy tenemos la posibilidad - en serio - de tener un país diferente. Y después dicen que somos nosotros los que no respetamos las instituciones, ¿viste? Mirá si no lo hiciéramos, pero en fin, hoy tenemos - en serio- la posibilidad de tener un país diferente. No perdamos la oportunidad, hoy que pudimos superar esas contradicciones falsas y esas antinomias ridículas que nos quisieron imponer: si país exportador, si país agroexportador, sabemos cómo es la historia, aún los que la nieguen, aún los que no la reconozcan en público, sabemos cuál es el camino. En todo caso, en las próximas elecciones se discutirá y la ciudadanía decidirá quién es la persona que más aptitudes tiene para seguir adelante construyendo un país diferente, déjenselo decidir a la gente que es más fácil, que es más democrático y que permite además saldar todo tipo de diferencias.”
Al menos por ahora, las leyes que se enviarán al Congreso, son: Ley de Promoción del Software; queremos sacar el Estatuto del Peón Rural; el tema de la Ley de Lavado; Penal Tributaria; Trabajo Domiciliario; la Ley de Propiedad de la Tierra en la República Argentina; y una nueva Ley de Adopción.
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