viernes, 27 de mayo de 2011

AMIGOS POR SIEMPRE

Llegó un punto en el que creo que ya nadie quiere ser candidato a presidente. Pareciera que son pocas las caras que se alzan dispuestas a robar votos que les permitan arañar un segundo lugar. El proyecto nacional y popular puso en discusión cuáles las virtudes de la política, y el por qué de la misma. Como lo hiciera el peronismo en su momento, un buena gestión pone en evidencia la falta de construcción, ideas y proyectos de los opositores. Y aún más, el caso particular de la asunción de Néstor Kirchner pone en evidencia que puede desarrollarse un proyecto en favor del pueblo aún cuando uno no cuente ni con apoyo partidario o de los monopolios, ni, al menos en un principio, con la confianza de los votantes.
Teniendo en perspectiva que Cristina tiene un armado político importante y una alta imagen positiva de cara a las eleciones que se vienen, los opositores se están debatiendo qué rol jugar. Porque lo cierto es que al estar tan desprestigiados no logran encontrar qué hacer de aquí a octubre. Lo mejor hubiera sido para el radicalismo cerrar un acuerdo con los socialistas. Buscar a De Narvaez no tiene mucho sentido, y sólo se explica por una esperanza de poder disputar la Provincia de Buenos Aires, ya que el partido hace agua en todos los distritos. Pero sinceramente, considerando que es poco probable que ganen la provincia, porque en el oficialismo contamos hoy también con las colectoras, a Alfonsín le hubiera convenido no meterse con el colorado. Así, no conseguirá tantos votos como los que perderá en un futuro en su pata progresista (si aún existe). El armado que había conseguido con Binner está llegando a su fin si esto sigue así, y de aquí al 2015 donde quizás, si saben moverse, los opositores tendrían alguna chance más de disputar el poder, Alfonsín tendría al menos una imagen un poco más respetada.
De todos modos es cierto que este análisis queda corto, si no entendemos que en realidad el radicalismo siempre fue gorila, y lo que hace ahora es agruparse por el único que ve que puede sacarle votos al kirchnerismo: la derecha. Para la progresía de estilo pachecosolanista, un acuerdo con la UCR sería impensable, y más aún con el colorado. Sin embargo, el partido que "defiende a las instituciones" tiene la ventaja de que al decir una cosa y hacer otra, todavía puede intentar jugar para izquierda y derecha según soplen los vientos, sin quedar tan en evidencia.
Por otro lado, si el socialismo llegara a aliarse con Proyecto Sur y el GEN, no llegaría a esta altura a mostrarse como una alternativa progesista. Primero, tendría que explicar su previa alianza con el radicalismo, y por el otro, su nueva alianza con partidos como el MST que marcharon con el campo. De todos modos, progresista o no, sí sería una movida inteligente de parte de Binner, que por un lado al haber ganado la interna en Santa Fe parece poder prescindir un poco más relajado de los radicales, y por otro porque tiene una figura presidenciable de la que carecen sus posibles aliados. En sus declaraciones afrima que hacer un trato con De Narvaez sería incluso inútil, porque a él le interesa transformar el país para mejor, no para peor. Eso, dentro de tanta marea, demuestra al menos dos neuronas en contacto, que ningún otro partido está demostrando tener.
Ahora sólo queda esperar si Alfonsín recibe una respuesta tras haber enviado una carta a sus "amigos y amigas", intentando que todos se mantengan juntos dentro de un espacio amplio y plural (que incluye a De Narvaez, por supuesto). Supongo que ahí se verá si sus amigos son de los que duran por siempre, o duran sólo lo que su espanto...

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