domingo, 1 de mayo de 2011

FELIZ DIA A TODOS LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DE LA NACION

1 de mayo de 2011, tan distinto y tan igual a otros.
Igual, en la medida en que en cada nuevo acto los obreros siguen demostrando el por qué siguen siendo la columna vertebral de todo proyecto popular. De todo proyecto de independencia y soberanía nacional. Siguen haciendo gala de su organización y presencia.
Distinto, porque los acontecimientos históricos van cambiando todo el tiempo el significado particular de cada movilización.
Hoy en día, el movimiento obrero se encuentra representado en la CGT, y en una medida mucho menor, en una CTA desintegrada. Micheli responde únicamente a sus rencores personales, por la falta de personalidad jurídica de la CTA. Yasky, con capacidad de reconocer las mejoras que el oficialismo sigue impulsando en lo laboral, responde al llamado de unidad que reclaman los trabajadores, y plantea por lo pronto una posible unidad con Hugo Moyano.
Los gobiernos de Néstor y Cristina han hecho de los reclamos laborales una prioridad. Han disminuido el nivel de desempleo e indigencia, fomentando no sólo la contratación de personal (y la productividad de las empresas), sino también la contratación en blanco, y la mejora de las condiciones laborales. Y por supuesto, siempre que crece el número de empleados, crece el movimiento sindical. Lo que permite además llevar adelante reclamos como el de Hugo Moyano, de mayor participación de los obreros en las ganancias empresariales. La disputa entre la UIA y los sindicatos es una constante histórica o, más bien, una constante capitalista. Si hoy estamos en condiciones de reclamar ganancias empresariales, quiere decir que el modelo implementado desde el 2003 no sólo está funcionando, sino que está tomando ya la forma que le corresponde. Hace unos años no hubiéramos podido imaginar siquiera un reclamo similar.
Por suerte las piezas se acomodan de a poco en este gran tablero de ajedrez. Aún falta ganar la disputa cultural en este ámbito. Aún con tantos avances todavía quedan vestigios de los ’70 y los ’90, según los cuales los sindicatos son todos corruptos, entregadores y funcionales a los intereses empresariales. Reivindicar el rol de los sindicatos y de los dirigentes sindicales es una tarea que va a tomar algunos años más, y que va a requerir de la lucha constante por parte de los trabajadores.
Les deseo lo mejor en su día, nuestro día.
Felicidades!

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