viernes, 24 de junio de 2011

Algunas reflexiones

En un momento, cuando las primeras victorias provinciales del FPV asomaron, se produjeron algunos exabruptos krichneristas. Básicamente, algunas declaraciones de la candidata victoriosa de Corrientes, la amenaza de paro nacional de Moyano, etc... Algunas cosas que quedaron en el pasado gracias al buen tino de la Presidenta que, a buena hora, salió a bajar algunos humos y explicitó, para los que todavía no lo habían entendido, que ella "no se moría por ser Presidenta"...
Hoy en día, nuestras aguas están más quietas. Hemos ya cerrado algunas listas, con muy buenos candidatos. Estamos trabajando en equipo y mostramos fortaleza y unidad aún en escenarios complicados (por ej la CGT y Scioli en Provincia). Si bien Córdoba y Santa Fe puedan pueden configurarse en zonas adversas, lo cierto es que estamos pudiendo al menos pisar sobre terreno firme.
A la oposición eso le resulta imposible. En su momento, fueron necesarios algunos cachetazos de Magnetto para ordenar a los patitos en fila. Pero, cada día más cerca de una fuerte derrota, sin siquiera poder salir airosos con una sentencia estilo: "perdimos con dignidad y dimos los mejor", la oposición se fue de mambo. Bah, mejor dicho, las oposiciones. Esas personalidades que agotaron sus 15 minutos de fama y se acostaron con cualquiera con tal de hacerlos durar un poco más. Pero la televisión y el estrellato es cruel, y hasta algunas productoras quedan encerradas en sus propios inventos.
Tanto De Narváez como Carrió fueron los primeros en dar la nota...algunas frases desafortunadas, desesperadas quizás. Habría que ver qué hubiera pasado si los comentarios de De Narváez los hubiera hecho Cristina. También si el kirchnerismo dijera que Macri se casa, o tiene hijos por una cuestión publicitaria, ¿no dirían que estamos exagerando? ¿Cuánto se dijo de esa maravillosa frase de Aníbal Fernández de que "Carrió no tiene los patitos en fila"?
No sé si me atrevo a hacer aseveraciones sobre aquellas personas que no tienen una postura definida y que dejan pasar la política como cuando dejanr pasar un colectivo que va muy lleno. Pero sí me gusta ver cómo estos referentes de la nada opositora se enroscan solos rompiendo todo límite, dejando en evidencia que no son capaces de tener un sólo código moral o ético. Que a falta de propuestas son capaces de atacar a las madres, a Cristina insultando su duelo, a un pueblo entero insultando su inteligencia. Y es que antes hacían lo mismo con bombas y editoriales. Hoy, reducidos a una mínima expresión de refugiados de los '90, amparados por unos pocos, parecen rídiculas expresiones de lo que alguna vez fue un poder inflado por la especulación financiera, la pobreza extrema, y una generación desaparecida. Ahora no saben de qué agarrarse: tantos años de esfuerzo y seguimos acá, como si el tiempo no hubiera pasado. Costó, es cierto. Pero treinta años después, seguimos con los puños en alto, los dedos en V, y ganando elecciones con el pueblo entero en la calle.

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