jueves, 9 de junio de 2011

Un gobierno nada popular.




Es ya sabido que el Jefe de Gobierno porteño impulsa políticas de derecha, que contemplan únicamente a los sectores gorilas y de clase alta de la ciudad. No sólo no tiene políticas para los sectores populares, sino que las pocas que fomenta van en detrimento de estos: privatización de espacios públicos, desalojos, falta de ejecución de presupuesto en salud, educación y viviendas, decretos para limitar la libertad sindical, represión (UCEP), etc...
Ahora, Macri ha avanzado un poco más allá. Hace un tiempo ya había recibido una queja por "espionaje": se descubrió a dos oficiales de la Policía Metropolitana trabajando como civiles en las reuniones vecinales de la CGP. Hace unos días trascendió la noticia de que el Jefe de Gobierno quiere modificar la Ley de Comunas, dejando sin sueldo a los que asumirían como miembros de la Junta Comunal. Las comunas que empezarán a funcionar con representación a partir de estas elecciones, son espacios donde los vecinos realmente pueden relacionarse con el poder Ejecutivo, llevar propuestas, criticar, gestionar. L@s argentin@s hemos visto por años cómo las herramientas políticas nos eran quitadas de las manos y destruidas bajo la promesa de que la mano invisible del mercado asignaría mejor los recursos que los propios habitantes. La ley de comunas permite, es cierto, muy pocas atribuciones a los comuneros: básicamente el mantenimiento de calles aledañas y espacios verdes. Pero también permite tener un consejo consultivo formado por vecinos, ONGs y sociedades civiles. Funcionan, por un lado, como puntos intermedios de contacto entre el/la ciudadan@, y la gestión y, por otro lado, como centros de presión, porque son núcleos en los cuales puede agruparse y organizarse gente que quiere debatir e intervenir políticamente.
Los sueldos son, en este, sentido, una remuneración para los comuneros electos por su trabajo como representantes del pueblo y, por otro lado, un incentivo para que nadie quede sin participar. Si se saca el sueldo tendríamos dos consecuencias concretas: 1. Serían comuneros sólo aquellos con dinero suficiente como para dejar de trabajar (ricos sí, pobres no); y 2. Aquel que sea comunero y mantenga un trabajo adicional, hará un trabajo mediocre y será un "ñoqui" más de la función estatal.
El proyecto del PROmenemismo propone que se deroguen 5 artículos de la ley, y que se reformen otros 13, dando un total de 18 artículos modificados de los 58 con que cuenta la misma. Entre las modificaciones propuestas está que será el Ejecutivo quien pueda fijar "el tope de gastos", y aprobar los presupuestos, quedando así a discreción del mismo qué comuna recibe plata y para qué. ¿Ahora, Macri no se quejaba del autoritarismo del Ejecutivo Nacional? ¿Si todas las comunas tienen iguales derechos, y distintas necesidades, y sus representantes son elegidos por el pueblo, por qué se los condiciona a piacere del Jefe de Gobierno? "En su redacción original, el artículo 15 establece que "la aprobación del anteproyecto de presupuesto de cada Comuna está a cargo de la Junta Comunal y se elabora a través de mecanismos que, a escala barrial, garantizan la participación de los vecinos en la fijación de metas, formulación y control presupuestario". // Por último, deroga los artículos 9, que impide al Ejecutivo "ejercer las funciones derivadas de las competencias exclusivas de las Comunas"; el 13, que permite la intervención en la elaboración y planificación de políticas en las áreas sociales, como salud, educación y medioambiente; y los 28, 29 y 32, que fijan las atribuciones de los siete miembros de la Junta."*

* Extraído de la Nota "Macri busca limitar a las comunas" del diario Página12, del día lunes 06 de junio de 2011.

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